Sunday Football prenavideño en Heinz Field, el escenario ideal para la reconciliación de los aficionados Steelers con su Head Coach tras su intransigencia de la jornada anterior donde mantuvo al Big Ben a ultranza no obstante encontrarse lesionado del tobillo.
Lamentablemente la pierna de Roethlisberger resintió el esfuerzo del Last Monday Night y su mejoría se vio frenada; vería las acciones desde la banca, cuyo resultado fue un contundente 27-0 a favor ante los Rams.
Si bien es cierto el equipo de Saint Louise con récord de 2-13 parecería el cliente perfecto para cualquier escuadra de la NFL, es algo que no importó a los Steelers quienes lucieron contundentes.
Mendenhall brilló enormidades ante una defensa de papel consiguiendo 116 yardas en 18 acarreos y muchas yardas por aire.
Con esto Steelers se colocan 11-4, algo tarde para recuperar la división y más importante aún la conferencia ahora en manos de los Baltimore Ravens y los New England Patriots repectivamente.
Por qué hasta hoy?
Los medios en Pittsburgh fueron muy incisivos durante toda la semana con Mike Tomlin quien se negó a reemplazar al Big Ben en un partido crucial aún cuando lo sabía diezmado.
Muchos se preguntaron el por qué la falta de confianza hacia Charlie Batch quien hoy dio la razón a los detractores de Tomlin con un accionar sereno, acumulando 208 yardas y completando 15 de 22 envíos, pero eso no lo es todo, la movilidad del veterano revivió la herida del pasado lunes cuando un errático Roethlisberger regaló cuatro balones.
Quienes defienden la decisión del Head Coach comentan que es de esta manera como se conforman las grandes sociedades como la de Bellichick-Brady; poniendo el juego en las manos de su hombre de confianza. Quizás alguien debería recordarle a Tomlin que este equipo no es suyo, y que esta necedad pudo haberle costado la posibilidad de Super Bowl a los Steelers, pues no es lo mismo tener que jugar en Nueva Inglaterra o Baltimore que en Pittsburgh.